Carlos Mauricio Espínola, nació el
5 de diciembre de
1971 en la
Ciudad de Corrientes, en la provincia homónima. El origen del apódo con el que es conocido
(Camau), tiene que ver con un acrónimo de su primer y segundo nombre (
Carlos
Mauricio). Desde joven se interesó por el deporte náutico y la navegación, dando sus primeros pasos en el Club Náutico de La Totora, ubicado en la laguna del mismo nombre distante a 15 kilómetros de la Capital correntina. Allí comenzó a hacer sus primeras armas en el windsurf, especialidad por la que se hizo reconocido a nivel mundial.
En
1991, se presenta en los Juegos Panamericanos de
La Habana (
Cuba), donde obtiene su primer título de trascendencia: La Medalla de Oro. Cuatro años después, repite el Oro esta vez ante su gente, en los Juegos Panamericanos de
Mar del Plata. Al año siguiente, consigue una plaza para participar de los
Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, participando en la denominada
Clase Mistral, donde obtiene uno de sus máximos galardones: La Medalla de Plata. Esta medalla, fue una de las tres preseas que pudo obtener Argentina en esos juegos (El Seleccionado Argentino de Fútbol, también obtuvo la presea plateada, mientras que el boxeador Pablo Chacón, obtuvo la de Bronce). Dos años más tarde, en
1998, concursa en el Campeonato Europeo de Vela realizado en
Grecia, donde obtiene una nueva Medalla Dorada. Dos años más tarde, vuelve a presentarse en los
Juegos Olímpicos de Sídney 2000, donde repite nuevamente la Medalla de Plata en la
Clase Mistral. Este desempeño marcado por el correntino, hizo que las autoridades del
Comité Olímpico Argentino lo tengan en cuenta para la formación del equipo de
Vela que concursara en la
Clase Tornado. Para ello, aparte de la pericia conductiva de Espínola, debió recurrirse a la experiencia del Ingeniero Naval
Santiago Lange, destacado también como regatista. El fruto de esta combinación, le valió al Equipo Argentino la obtención de la Medalla de bronce y la confirmación de la dupla Espínola-Lange para los próximos Juegos Olímpicos. Fue así que el Equipo Argentino de la
Clase Tornado, se preparó para la revancha en los
Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Sorpresivamente, un choque producido por una embarcación rival, casi hizo que el equipo se vuelva temprano a casa. Pero el ímpetu de los deportistas pudo más y terminaron alzándose por segunda vez consecutiva con la presea de Bronce. Este título, tuvo sabor a victoria debido a los problemas que debieron afrontar Espínola y Lange al sufrir este accidente. Con esta presea, Carlos Mauricio Espínola se transformó en el máximo medallista olímpico en la historia del deporte olímpico argentino.
